domingo, 28 de noviembre de 2010

Más vale tarde que nunca

El libro que más se ha tardado en devolver en la historia de las bibliotecas fue un ejemplar de Febrile Diseases [Enfermedades febriles] del doctor J. Currie. Lo sacó el señor M. Dodd de la Biblioteca médica de la Universidad de Cincinnati en 1823 y fue devuelto el 7 de diciembre de 1968 por su bisnieto. En el tiempo transcurrido había acumulado una multa estimada en 2.646 dólares. «El libro que más tardó en devolverse», en Stephen Pile, El libro de los fracasos heroicos, Alba, Barcelona, 2006; traducción de Manu Berástegui.

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